Paseando por la medina de Fez, adentrándonos en sus hermosas calles y perdiéndonos entre sus pasadizos, llegamos a la plaza principal en donde nos encontramos directamente con el río Fez, el cual en algún momento de la historia fue el suministro principal de agua para quienes habitan la medina. Este río se conecta con las fuentes públicas que están presentes en la medina, las cuales abastecían de agua potable a la población que vivía allí. Son muchas las fuentes que existen dentro de la zona y esto se debe a que para el islam hay cinco ejes importantes que deben rodear al ser humano, siendo el numero uno las fuentes de agua pública.

Actualmente, una gran cantidad de fuentes de agua se encuentran inhabilitadas para el consumo diario debido a la fuerte contaminación que sufre el río Fez causada en gran medida por la actividad de sus habitantes. Una de las prácticas que a modo personal más me sorprendió fue el hecho de que lanzaran el agua utilizada para la curtimbre de vuelta al río Fez cada semana, un agua llena de químicos, como la cal, que, bajo una larga exposición, son capaces de quemar la piel humana. De una forma u otra, los desechos de la zona terminan cayendo en lo que alguna vez fue el principal sustento hídrico de una de las ciudades con más historia del planeta.

Todas las casas de la medina en la actualidad poseen agua potable debido a un plan de alcantarillado que crearon los propios dueños de las viviendas indicando por dónde podían pasar el agua. Este hecho está regularizado y quienes habitan la medina deben pagar por el servicio de agua todos los meses. Además, las casas con una situación más acomodada poseen una o varias fuentes de agua dentro a modo decorativo y resaltando lo importante que es para estas personas el agua.

Foto: Tomás Díaz