Erfud

La ciudad fortificada

Adentrándonos en la kasbah de Erfud descubriremos cómo suministran el agua día a día, y cómo hace esta comunidad para calentar o enfriarla a las puertas del Sahara

21 Julio 2022

3 minutos de lectura

Foto: Tomás Díaz

Por la mañana visitamos la kasbah de Erfud. Mientras caminábamos, vemos unas estructuras muy particulares y únicas casi completamente hechas de adobe, un material que se hace a partir de una mezcla exacta entre agua, tierra y paja. Al tener la oportunidad de entrar en una de estas casas, nos mostraron cómo calientan el agua a través de una pequeña caldera muy similar a lo que en Chile conocemos como salamandra. Esta caldera está ubicada en la parte más alta de la casa, el tercer piso, y funciona quemando leña. Una vez el agua se calentaba lo suficiente la hacían bajar por tuberías internas de la casa hasta la cocina o el baño.

El agua fría, por otro lado, también se conserva de una forma bastante particular. Cada casa que hemos visitado hasta el momento ya sea las de las personas nómadas o en las ciudades y pueblos, utilizan este implemento para refrigerar el agua sin necesidad de poseer un refrigerador, que consiste en una jarra de barro con forma de gota grande con una tapa circular arriba, ovalada al final y con un pequeño grifo por donde sale el agua. Todo esto sostenido por un pequeño trípode de hierro que lo mantiene separado del suelo. La particular forma de este objeto, presente en todas las viviendas, hace posible que siempre haya agua fresca dentro de la casa.

Dentro de esta ciudad fortificada también encontramos un pozo común por donde pueden extraer agua directamente del subsuelo, pero esta fuente en concreto es utilizada únicamente para darles a los animales de beber dentro de la ciudad. La forma de extraer el agua es simple: a través de una polea bajan un balde vacío hasta que se llena con agua y luego la suben a pulso. Aunque este no es el caso, actualmente muchos pozos comunes y privados usan la energía solar para hacer este proceso más simple. En estos pozos, que funcionan gracias a la energía del sol, y como dato particular, cuanto más grande sea el panel solar para utilizar, a más profundidad se encuentra el agua y, por ende, el motor que tienen que usar para hacer esta fuerza de polea es mayor. Por el contrario, si el agua se encuentra a menos profundidad, el panel solar requerido es mucho más pequeño, porque la fuerza de polea es mucho menor, un claro y simple ejemplo de cómo han sabido adaptarse al cambio climático utilizando a su favor algo que por mucho tiempo no fue más que un problema.

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